Nota a mamás y papás!

A las mamás, papás y abuelos que nos conocéis y sois amigos de Alca Arte os ofrecemos la posibilidad de construir cuentos fantásticos para vuestros peques, mezclando las historias de cómo Alca Arte encuentra sus piezas y terminan siendo lámparas maravillosas, llenas de sueños y fantasía.

Solo tenéis que cambiar los nombres y los sitios según os convenga y les sean familiares a vuestros peques; esto agilizará y desarrollara vuestra creatividad y fomentará la de vuestros niños y niñas.

Este es un ejemplo ....



Lucía y la lámpara

«Hace mucho, mucho tiempo, una artesana llamada María vivía en una pequeña casa en medio del bosque con su nieta, la pequeña Lucía. María era una anciana, una buena mujer llena de talento, que creaba maravillosas lámparas con su habilidad para tallar la madera. Lucía estaba fascinada por el trabajo de su abuela y siempre intentaba ayudarla en su taller.

Un día, mientras María y Lucía trabajaban en el pequeño taller, una luz brillante y cegadora inundó la habitación. De repente, se encontraron en un viaje fantástico a través del bosque, guiados por una extraña criatura llamada el señor Knuckles. Era un precioso perro blanco, con cara de bonachón y muy, muy grande. Los animalitos del bosque se unieron a ellas en su aventura, corriendo y saltando a su alrededor.

Mientras exploraban el bosque, descubrieron árboles fantásticos que parecían tener vida propia y a una hermosa hada que los guio hacia un duende llamado Elías. Elías era un sabio que les habló sobre la luz maravillosa que emanaba de una lámpara fabricada por la abuela María.

Juntos, María, Lucía, el señor Knuckles, los animalitos del bosque, el hada y el sabio Elías se dirigieron hacia la casa de la artesana en el bosque. Allí, encontraron la lámpara que María había creado con tanto amor y dedicación. La luz que emanaba de la lámpara era tan brillante que iluminaba toda la casa y el bosque a su alrededor.

Todos se quedaron admirados por la belleza de la lámpara y el talento de la abuela María. Desde ese día, la lámpara se convirtió en un tesoro para el bosque y todos los que la veían se maravillaban con ella. Lucía aprendió una lección importante sobre el valor del trabajo duro y la creatividad y recordaría siempre ese día como uno de los más mágicos de su vida.»