ELLA LARAÑA
Historia de la pieza
Tenía el tamaño aproximado de un rinoceronte, ojos biselados, de brillo maligno, cuernos en la cabeza, un cuerpo enorme que colgaba como un saco entre las piernas, con marcas azuladas en la parte superior y, por abajo, un abdomen pálido y fosforescente; las patas, de grandes articulaciones, nudosas y muy peludas, terminaban en una garra.
La exclamación de Eärendil (Aiya Eärendil, Elenion Ancalima) —«¡Alabado sea Eärendil, el astro más brillante!»— no le produjo ningún efecto; muchos elfos lo habían dicho ya antes de ser devorados. Sin embargo, el cristal de estrella de Galadriel le infundó respeto y, cuando la hoja Élfica Dardo penetró en su abdomen, huyó.
Ella-Laraña era viejísima. Vino al mundo en Nan Dungortheb y ya había tenido sus encuentros con Beren y algunos de los héroes más gloriosos. En la Tercera Edad fue la reina de todas las arañas, mientras su cría se dispersó por los Montes de la Sombra y el Bosque Negro.
Ella-Laraña no es una palabra sindarin, sino un sustituto para la expresión en inglés she lob (araña hembra). Cómo se llamaba verdaderamente, no lo sabemos.
Aquí está Ella, espero que os guste.